VARONA
INTRODUCCIÓN
Al finalizar una de las graduaciones del Centro de Entrenamiento Bíblico Cristo al Mundo en Costa Rica donde era el Director y colaboré como maestro, llevé a mi familia a cenar a un restaurante. Antes de terminar nuestra cena ingresaron al mismo restaurante unos estudiantes y unos egresados de dicho centro. Dos de ellos del sexo femenino y se acercaron y me dijeron ” Jimmy queremos darte las gracias ya que en tus clases siempre apoyas a las mujeres “. No esperaba oír esas palabras ya que me sorprendieron y a la vez me dio gozo al darme cuenta que el Espíritu Santo me guió a tocar áreas que son muy sensitivas. Esas palabras me motivaron a escribir este pequeño libro llamado “VARONA”. Mi deseo es que sea de edificación para todas aquellas personas que tengan oportunidad de leerlo.
LA VERDAD
Mi interés no es entrar en ninguna polémica sobre lo que este u otro grupo cree. No. Sólo quiero presentar unas verdades en la Palabra de Dios y deseo que te ayuden para liberarte a una dimensión de vivir una vida en abundancia. ” Mi pueblo fue destruido, porque le FALTÓ conocimiento ” Oseas 4:6.
Hay discrepancias en el pueblo cristiano acerca de las mujeres, quiero con la ayuda del Espíritu Santo de Dios poder aclarar y ayudar en ese aspecto.
Leí algo acerca de una hermana cristiana llamada Nina R. Brawner, me pareció muy interesante y me dio un poco más de luz para ayudarme en mi caminar cristiano con Jesús.
Ella dijo: que el ambiente y el entrenamiento recibido ayudó a pintar la forma como ella veía la vida. Nació de padres escoceses, unos años antes de emigrar a Norte América, ellos eran típicos pioneros, que retaron los peligros y los sufrimientos al llegar a un país nuevo solamente para dar oportunidad a sus hijos en esta vida. Eran diez, pero uno murió. Desde muy joven se les enseño acerca del valor del tiempo y también el auto entrenarse para encontrar un lugar para trabajar en el mundo de hoy.
Su madre era una cristiana fiel que creía que cada hijo que tenía era una bendición especial de Dios; debería de entrenarlo para una obra en especial y de que Dios en Su tiempo revelará la obra a cada hijo e hija que Él puso a su cuidado. Los cinco muchachos y las cuatro muchachas fueron entrenados y educados de la misma manera. Fueron a la misma escuela y tenían las mismas oportunidades, se les hizo saber que deberían aprobar en los exámenes y hacer lo mejor.
Los mismos valores morales fueron presentados a ellos. Nunca oyó a su madre decir: ” Las muchachas no pueden, pero los muchachos sí “. No. Siempre quería lo mismo para ambos sexos. Una de sus peticiones en sus oraciones era de que Dios escogiera, aunque fuera uno de sus hijos para predicar el Evangelio. Su espíritu estaba con el Señor veinte años antes de que llegara la respuesta, pero fue contestada, bendito sea Dios.
Dijo que había poder en la oración de su madre veinte años después de su muerte; que la motivó a cerrar su consultorio médico y fue enviada a proclamar el mensaje del Calvario. (Padres y madres continúen orando; Dios responde a las oraciones).
Pasó la juventud: terminaron los años de escuela; la vida estaba por delante. Como una ciudadana norteamericana se dio cuenta que tenía los mismos derechos que sus hermanos, inscribir una parcela de terreno, trabajar para subsistir. También las mismas obligaciones legales como pagar impuesto territorial y estar sujeta a las leyes del país. No había diferencia.
Como estudiante de medicina estudió lo mismo que su hermano, tenía que hacer los mismos exámenes para ver si aprobaba y recibió los mismos derechos legales para continuar la profesión ya que no había diferencia.
Como doctora pertenecía a la misma Asociación Medica Americana a la cual estaba afiliada su hermano; tenía las mismas obligaciones. Ocupó el cargo de Oficial de Salud, Director del Registro Civil, como Médico Examinador para varias agencias de seguro además de tener su consultorio privada; cobraba las mismas cuotas que los varones; debido a que no había diferencia.
Como pecadora se dio cuenta que estaba bajo la maldición de muerte como su hermano; tenían el mismo infierno del cual tenían que escapar y el mismo cielo para ganar. Los dos nacieron en pecado ya que ” no había diferencia “. Se dio cuenta de que no había diferencia en Jesús. Él es capaz de salvar a todos los que vienen a Dios a través de Él.
Ella no vino como una mujer, no como una ciudadana, no como doctora, pero sí como una pecadora, sin ninguna recomendación ni ninguna calificación—sólo con la necesidad de ser salva. Vino como el publicano clamando ” Señor ten misericordia de mí una pecadora “, El la salvó. Bendito sea Dios, su condición de pecadora era exactamente al del publicano, esto sólo era el principio de la misericordia.
Ella fue llena del Espíritu Santo exactamente como sucedió con Cornelio el centurión en Hechos 10:44-46 “Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas y que magnificaban a Dios “.
También fue sanada, definitivamente como el pobre paralítico en Listra percibió que tenía fe. Dijo que fue llamada y tenía que cerrar su consultorio médico, ir y predicar el Evangelio, igual como Pablo fue llamado por Jesús en el camino hacia Damasco y escogido para el apostolado.
Ella recapituló; que, como estudiante, como ciudadana, médico, pecadora; hija de Dios lavada por la sangre y bautizada en el Espíritu Santo; ” no había ninguna diferencia ” entre ella y su hermano. Como Pablo ” no era desobediente a la visión celestial “. Ella cerró el consultorio, quitó la placa con su nombre de la puerta, cerró las celosías, puso las llaves en su bolso y fue a compartir el mensaje del Salvador crucificado y resucitado.
Dijo que hubo una tremenda sorpresa cuando fue informada por ministros que tenían muchos años laborando en la obra del Señor que había llegado a un punto donde los dos sexos no podían hacer ciertas cosas. Que una mujer podía predicar, cantar u orar en público (si usaba un sombrero) pero no podía ungir con aceite cuando oraba. Solamente a mujeres y niños. No debía oficiar en la mesa de la Santa Cena ni pasar los elementos; no debían oficiar en el matrimonio o administrar el bautismo en agua.
Después fue informada que, si no había algún hombre para ejecutar estas funciones, una mujer podía, en una emergencia, hacer todas estas funciones (excepto el matrimonio) pero si aparece un hombre en escena, ella debía hacerse a un lado.
Lo que me querían hacer saber dijo –es que el llamado divino, la unción, la educación la habilidad natural, la fidelidad en el servicio: todo debe ser pesado en la balanza del sexo. Que el sexo masculino pesa más a la vista de Dios y a la Iglesia, que todas estas cualidades más que el sexo femenino. Culpando a Dios con la idea tan tonta de ungir y equipar a Su sierva para servir y después descalificarla por lo que Él hizo de ellas (Sus siervas).
Dijo que era una idea nueva y dejó momentáneamente un sentir de impaciencia por un punto de vista tan arcaico. Ella preguntó ” ¿Pueda ser posible que yo como mujer, tenga menos libertad bajo gracia que bajo ley? ” ¿Pueda ser posible que mi Señor sea menos que el gobierno de mi estado o es algo tonto, unas reglas hechas por el hombre?
Recordó que ella era la esclava del Señor por amor, que había hecho un pacto para serlo en la capacidad que Él escogiera, ahí mismo le prometió que consideraría cuidadosamente el lugar donde el Señor la puso: —reconociendo— como la mujer Sirofenicia – ser llamada una perra por su amo. Para solucionar esa parte decidió estudiar en la Biblia acerca de las “mujeres en la Biblia “. Dijo que vez tras vez fluía de su corazón más amor por su Redentor al ver las historias de mujeres apoyadas por el favor divino revelarse ante sus ojos. Solamente exclamó ” Que Salvador más maravilloso es Jesús, mi Señor “.
También dijo que por muchos años se ha ido hacia adelante en la libertad que Dios le ha dado no solicitando a nadie nada, solo obedecer al Señor y levantar su Santo nombre.
He decidido publicar esta literatura de “VARONA“ y lo envió con la oración de que Dios lo use con la mujer incrédula que lea estas páginas sea guiada a rendirse al amor de Jesús, el gran amante; y satisfacer los deseos de su corazón, y que mis hermanas en Cristo se levanten en la libertad que Dios les ha dado y con sus fuerzas hacer lo que les vengan a las manos.
A mis hermanos, compañeros de la obra, un saludo fraternal, que revisen todos los datos con una mente abierta, deseando ver la luz de Dios; y que todos como Pablo, seamos guiados a adorar la profundidad del amor de Dios.
NOTA: Quieres aprender más de este tema de las “Varona” conforme a la palabra de Dios puedes adquirir el libro en esta dirección https://jimmycoleman.org/index.php/tienda/ – conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.
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