No Debes Avergonzarte Por Ir A Una Terapia II Parte

INTRODUCCIÓN: Mi esposa Ilse y yo invertimos varias décadas de nuestra vida dando asesorías a las familias. Se dice que sólo los cobardes no asisten a una terapia. Saben que existe un problema pero piensan que ignorándolo, con el tiempo desaparecerá. Piénselo de esta manera: está conduciendo su automóvil y de repente escucha un ruido desagradable. Al principio, lo ignoras y esperas que desaparezca. Pero con el tiempo, el ruido comienza a empeorar y pronto te das cuenta de que necesitas reparar lo que sea que esté mal.

 La terapia sólo enfocará mi infancia

La asesoría no sólo se enfocará en los problemas originados en la infancia, sino que le ayudará a ver con claridad, dónde aprendió los patrones de conducta que hoy le causan problemas y si es del caso, enfrentarlos, eliminarlos y cambiar por una mejor forma de interactuar en la familia y la sociedad. Si bien muchos problemas de salud mental pueden derivarse de traumas o negligencias infantiles, un terapeuta puede ayudarlo a sobrellevar las dificultades que enfrenta hoy, incluso si tiene que hablar sobre su infancia. 

Pero gran parte de lo que un terapeuta discutirá contigo se refiere a las luchas presentes y futuras y cómo superarlas. Las experiencias previas pueden ser importantes para comprender sus pensamientos y sentimientos, pero el enfoque generalmente se centra en cómo puede usar las habilidades adquiridas de la terapia para hacer progresos positivos en su vida.

Mis luchas no son lo suficientemente serias para la terapia Muchas personas creen que debes tener luchas profundas, serias o incluso traumáticas para beneficiarse de la terapia, pero eso no es cierto. Al igual que la analogía del automóvil, no esperarías a que las ruedas se caigan antes de recibir reparaciones. Se encargaría de pequeños problemas para asegurarse de que el automóvil esté sano y salvo. El concepto erróneo de que sus luchas no son lo suficientemente “serias” para la terapia es peligroso, ya que podría causar que alguien no busque la ayuda que necesita. La terapia puede ayudarlo en cualquier tipo de problema si tiene dificultades para resolverlo por su cuenta.

Todos los problemas de salud mental son válidos y vale la pena tratarlos, y usted no tiene que enfrentarlos solo. Y recuerde, es importante no comparar sus dificultades con otras que “podrían empeorar” porque lo más importante es cuidarse a sí mismo. ¿Por qué ir a terapia cuando puedes hablar con amigos o familiares? Los buenos amigos son geniales y, sin duda, pueden ayudarte en muchas áreas de tu vida. Sus amistades pueden ser útiles para superar tiempos difíciles, pero no son profesionales de la salud mental capacitados y autorizados, y es posible que no brinden el mejor consejo, incluso si tienen buenas intenciones. Debemos recordar que los amigos no deben ser puestos en el papel de un terapeuta.

No solo tus amigos no están capacitados profesionalmente, sino que colocarlos en esta posición puede poner a prueba tu relación. Estas expectativas pueden ser más dañinas que útiles, por lo tanto, para protegerlo a usted, a sus amigos y sus relaciones, es importante mantener este límite en su lugar. En su lugar, busque la ayuda de un profesional capacitado. La terapia no vale la pena el dinero.

El costo es un factor importante que mucha gente considerará cuando busque ayuda profesional. Sin embargo, cuando se trata de terapia, existe una idea errónea de que el costo financiero de la terapia supera los beneficios. Si le preocupa el costo, trate de concentrarse en el impacto que su salud mental tiene en usted y en diferentes áreas de su vida. ¿Impacta tu felicidad? Relaciones? ¿Trabajo? La terapia puede ayudarlo a mejorar cada área de su vida y, a pesar del costo financiero, la terapia es una inversión sólida en su bienestar que le proporcionará beneficios positivos en el futuro.

Si comienzo la terapia, ¿terminará alguna vez? La terapia a menudo se considera como algo que debe hacerse durante un período de tiempo prolongado, tal vez incluso por el resto de su vida. Sin embargo, la duración y la frecuencia de las sesiones depende completamente de la persona, sus luchas y sus objetivos. Es posible que solo necesite dos o tres sesiones para configurar las cosas correctamente, y puede aplicar las herramientas que aprendió a su propia vida una vez que haya terminado el tratamiento.

O tal vez es beneficioso tomar sesiones durante un período de tiempo más largo para trabajar en luchas más profundas. Los terapeutas están capacitados para saber cuándo ha progresado y puede llegar a un punto en una sesión en la que ya no necesita ayuda porque ha adquirido las habilidades que necesita para mantenerse mentalmente sano. CONTINUARÁ

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Dr. Jimmy Coleman