INTRODUCCIÓN: Se que muchos de mis lectores tienen ideas, proyectos o conflictos no resueltos en el hombre-mujer interior y no tienen donde ir o no conocen a quien contactar para recibir asesoría y así llegar al camino donde se pueda manifestar o hacer una realidad sus sueños. Soy conferencista sobre el tema de Motivación y Superación Personal, Coach sobre Conflictos Personales, Asesor Matrimonial y puedo guiarte a lograr tus metas. Especializado en Sanidad Interior y estoy a la orden si es tu deseo puedes localizarme en: https://jimmycoleman.org/index.php/contacto/
En esta serie estaré presentando partes de mi primer libro “Herido y Sanado” que fue el primer libro escrito en Latino América sobre esa tema. Si estas estas interesado en obtener el libro en su totalidad en formato PDF al final tendrás la información.
Las Emociones II Parte
Nuestra reacción ante situaciones del presente está determinada por experiencias del pasado. Nuestra percepción del presente puede
El alma del hombre esta dividida en tres partes: mente, voluntad y emociones. Por el alma es que cada persona tiene comprensión de sí misma y de sus semejantes.
Luego vemos en el círculo interno, el espíritu, en el cual se identifican la conciencia, la intuición y la habilidad para la comunión. Este dibujo ilustra las tres partes del hombre. Continuación…
Dios ha provisto una obra redentora para cada parte del hombre (salvación); para nuestro espíritu, para nuestra alma y para nuestro cuerpo. Sin embargo nosotros debemos dirigir nuestra fuerza espiritual hacia el control del alma y del cuerpo.
En esta segunda parte del libro daremos un énfasis especial al estudio de las emociones. Nuestro ser no estará en el control que Dios desea que tengamos hasta que nuestras emociones estén bajo control.
Debemos capacitarnos para tratar con ciertos problemas que se fundamentan en patrones emocionales descontrolados que nos conducen a la depresión. Esta es una opresión que viene de las fuerzas malignas. Nosotros debemos dominar y controlar el área de las emociones.
Somos el producto de la experiencia total de nuestra vida. Estas experiencias están guardadas en la mente subconsciente. La mente y las emociones están estrechamente conectadas.
Nuestra reacción ante situaciones del presente está determinada por experiencias del pasado. Nuestra percepción del presente puede estar nublada por heridas del pasado; inclusive podemos llegar a reaccionar violentamente ante problemas sencillos o ante pequeños estímulos.
Si nos identificamos con este tipo específico de comportamiento debemos llegar a la conclusión de que estamos <<atados>>al pasado y que no podemos responder normalmente ante las situaciones del presente.
En estos casos se dice que la persona está gobernada por sus emociones. Pero, meditemos en los alcances de lo expresado en el pasaje de Lucas 4:18-21; ahí encontraremos la obra completa realizada por Jesús. Se menciona entre otras funciones: sanar a los quebrantados de corazón, pregonar libertad a los cautivos y poner en libertad a los oprimidos…
¿Has considerado lo que significan estas acciones? ¡Gloria a Dios! Comúnmente se desarrollan en el individuo patrones de fracaso y ataduras mentales que lo mantienen bajo opresión. Tenemos que tratar con esos patrones para ser libres.
He hablado con personas que están heridas de tal forma que hasta desean suicidarse; no pueden enfrentarse a sus problemas. Cuando analizamos el pasado de estas personas descubrimos que han recibido rechazo y maltrato, provenientes de una relación mala con alguno de sus padres.
Los seres humanos luchamos constantemente en esta área. Las fuerzas satánicas establecen cierto control en nuestra alma, por medio de una herida de rechazo o desprecio, con la cual nos llega la derrota e incapacidad para poder enfrentarnos a los problemas cotidianos.
El pueblo cristiano no es ajeno a esta lucha; vemos a muchos hermanos en la fe que van por el camino espiritual y todo parece que marcha bien en su vida, pero llegan a un punto de presión o de dificultad y se derrumban, al no poder enfrentarse a los conflictos que se les presentan y al no poder tomar decisiones con firmeza.
Las fuerzas satánicas conocen las áreas de nuestro ser en las que somos débiles y es precisamente en estos lugares donde siembran semillas de rechazo y de amargura, es decir, cuando nosotros permitimos que haya heridas en nuestra alma estamos cediendo el control del territorio de nuestro ser, pues ya el área de las emociones ha sido perturbada.
En esta situación en la cual nuestras emociones se encuentran con heridas y que literalmente podemos decir que sentimos el dolor que ocasionan, se presenta también el caso en que nuestra mente se llena de todo tipo de pensamientos conflictivos. Continuará…
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