Las cinco mentes lll Parte

May 9, 2018 | Crecimiento Cristiano

El engaño es echado fuera por la verdad

El principio es que la verdad te libertará; la mente debe estar sometida a la voluntad de Dios, para que el proceso de renovación espiritual, según Tito 3:5, comience a realizarse efectivamente. Al penetrar la verdad de Dios conquistaremos todo lo que es carnalidad y engaño; la mente que no es renovada, es porque no ha querido sujetarse a la voluntad de Dios.

Es decisión clave meditar, lo cual implica tomar un tiempo para leer la palabra. El Espíritu de Dios te habla al estar leyéndola, y te ministra la verdad; eso incluye memorizarla, que entre a tu mente y, al meditarla, entrará a tu corazón y permanecerá implantada como árbol frondoso, corpulento, plantado a la orilla de las corrientes de los ríos, que da su fruto a su debido tiempo, y puede resistir las sequías en los días malos.

A través de la meditación en la palabra, cuando recibas la palabra poderosa de Dios en tu mente y la dejes entrar a tu corazón, a tu espíritu, quedará implantada. Medita en la palabra, memorízala, cántala, vívela, para que sature todas las partes de tu ser y las alumbre y ministre liberación en toda tu vida.

Proceso de renovación de la mente; hay que controlar todo pensamiento.

La vida pensante del hombre natural está bien delineada en Efesios 4:17; habla de los gentiles que andan conforme a la vanidad de la mente, de la mente entenebrecida, la cual excluye al hombre de la vida de Dios. En el versículo 23 nos exhorta a renovarnos en el espíritu de nuestra mente, esto se une con II Corintios 10:5 que dice “derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”; y en I Pedro 1:13 “… ceñid los lomos de vuestro entendimiento”, lo cual significa que debes poseer la verdad de Dios.

Los pensamientos tienen tres fuentes u orígenes:

(1) Tú mismo;

(2) El diablo, y

(3) Dios.

El cristiano, por lo tanto, debe:

(a) Examinar la fuente de sus pensamientos para ver si vienen de su vieja mente, pues puede tener pensamientos que provienen de un área no renovada de su mente, porque no todo lo que pasa por el intelecto procede de Dios.

(b) Recibir la luz de Dios, pues hay áreas en la mente que no tienen victoria sobre el enemigo, y éste las controla. ¿Sabías que el diablo no tiene total acceso a tu mente?, él lo tiene porque controla alguna área; no estoy hablando de posesión de demonios sino del control que Satanás ejerce a base de mentiras y engaños.

(c) Examinar si los pensamientos dan lugar al enemigo o al Espíritu de Dios, pues deben estar siempre cautivos a la obediencia del Altísimo. Al examinar los pensamientos malos te das cuenta que pueden venir de dos fuentes:

(1) De un área no renovada, o

(2) Directamente del mismo enemigo. Recuerda que de la mente no renovada es de donde provienen tus pensamientos o recibes los del enemigo a través de sus dardos.

MENTE PASIVA

¿Cómo activar una mente pasiva? Comienza a tomar decisiones; éstas tienen que ver con la voluntad, la cual viene amarrada con la mente. Tú debes decir: esta mente es mía y la voy a usar; no permitiré que ninguna fuerza externa la emplee o controle. Cuando tú haces una declaración o afirmación similar, estás tomando una posición, de poseer esa tierra de la mente: MI MENTE ME PERTENECE. Toma la iniciativa en toda acción y no dependas de otro; ejercita la mente pensando; comienza a pensar; úsala; aunque el enemigo te diga que no la vas a usar, porque él está en contra del Espíritu de Dios que mora en ti; repréndelo y actúa en la obediencia de Dios, pues él te equipó con ese intelecto para que pienses, razones y la uses fructíferamente. Si no la usas, ¿Cómo vas a amar a Dios con toda tu mente? Ten presente que el Espíritu de Dios no te va a quitar nada, más bien te capacita para razonar, recordar y comprender; es necesario que recuperes la total normalidad de tu mente; lucha hasta el fin.

 Características de una mente libre:

(1) Todo pensamiento obedece a Cristo. II Corintios 10:5.

(2) La mente esta en armonía con el Espíritu -Romanos 8:6- “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”.

Aunque seas cristiano, tu mente puede ocuparse de la carne o del espíritu. Tú escoges si ocupas la mente en lo espiritual, para vida y paz o la ocupas en la carne, lo cual te producirá muerte espiritual. En el versículo 7 del mismo libro de Romanos 8, dice que la mente carnal es enemistad con Dios; el cristiano, por consiguiente, debe sujetar la mente a su espíritu, de manera que la afinidad de la mente para ocuparse de la carne no se realice.

Romanos 6:8 dice: “Y si morimos con Cristo, creemos también que viviremos con él”; si morimos con Cristo quiere decir que el hombre en su totalidad está crucificado con él; parte de esa totalidad es la mente, por lo cual debe sujetarse al espíritu. Al ser crucificado, el hombre viejo muere a la carne; esto quiere decir que hay que “cautivar todo pensamiento a la obediencia de Cristo”, que es estar con Cristo en su muerte (pero nunca rivalizar con Dios). El versículo 12 y 13 dicen: “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia”.

La mente se ocupará de los deseos de la carne, si se lo permites. A través de tu transitar cristiano nunca llegarás al punto en que tu mente no quiera ocuparse de los deseos de la carne; tú debes controlarlos y sujetarlos al espíritu.

(3) La mente debe estar libre para concentrarse, percibir, recordar, razonar, comprender.

Hay tres principios del Espíritu:

(1) El Espíritu Santo revela la voluntad de Dios al espíritu del hombre, para que él conozca lo que es. ¿Cómo vas a recibir de Dios? El lo va a revelar a tu espíritu.

(2) A través de la mente del creyente, hace comprender el significado de la revelación; es por lo que la mente y el espíritu deben de estar en armonía.

3) Con la voluntad del creyente usa su fuerza espiritual.

Algo que viene a través del espíritu puede ser de valor al ser entendido por la mente; en otras palabras, tú no puedes caminar en esa verdad si no lo entiendes. A veces tu espíritu recibe algo, pero te es difícil entenderlo porque no hay armonía entre tu mente y tu espíritu. El Espíritu habla a mi espíritu y mi espíritu habla a mi mente y es cuando lo entiendo. ¿Qué es lo que hago? Pongo mi voluntad en marcha y decido qué rumbo voy a tomar: recibiré del Espíritu y caminaré con la revelación; es la voluntad la que hace que la revelación funcione en la vida. Los tres pueden estar trabajando juntos: espíritu, alma y cuerpo, pero se requiere la cooperación del espíritu y la mente para comprender totalmente la voluntad de Dios.

Leyes de la mente:

(1) En lo que la mente se ocupa, el hombre se encamina. Como ya hemos visto en Romanos 8:6, la mente que se ocupa de la carne trae muerte. Muchos hombres aun siervos de Dios, han caído; se creían tan espirituales, tan grandes pero la mente de ellos estaba ocupada en la carne y dándole lugar al enemigo; no caminaban conforme al Espíritu, lo cual implica ocupar la mente en las cosas de Dios.

(2) El Espíritu produce vida y paz, mientras que la carne produce muerte. Podemos ver que la mente determina qué va a recibir y qué va a seguir; la acción de la vida está determinada por la mente.

(3) Todas las guías u orientaciones de Dios son transmitidas al espíritu. Esto te da protección, porque, aunque el diablo tiene acceso a la mente, Dios se está comunicando contigo a través del espíritu.

(4) La guía del Espíritu de Dios te da la oportunidad para escoger; en otras palabras, la guía de Dios no excluye la voluntad; nunca te quita el derecho de hacer una decisión; la voluntad de Dios siempre te lleva a una decisión.

5) Una mente con disturbios es dañina para una vida espiritual, por eso muchos sufren, pues hay confusión en su mente no hay control de ella y entonces su caminar espiritual es débil. La obra del Espíritu Santo es traer paz a la mente y poder para controlarla. Isaías 26:3 dice “Tú guardaras en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. Filipenses 4:6-8 lo corrobora.

(6) La mente no debe estar dominada por las emociones, sin embargo, hay áreas de las emociones que llegan a controlar la mente. El espíritu es el que debe controlar, gobernar, dominar; II Timoteo 1:7 dice: “Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía sino de poder de amor y de dominio propio”.

(7) La cabeza debe permanecer en un estado de humildad; estamos viviendo en una época en que la mente es la fuente de todo poder, y el hombre natural sigue la mente. En la vida cristiana la mente debe estar en condición de humildad, es decir, de sujeción. Hechos 20: 19 menciona: “sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos”.

(8) La palabra de Dios debe ser colocada dentro de la mente. Hebreos 8:10 expresa: “… Pondré mis leyes en la mente de ellos y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios y ellos me serán a mi por pueblo”.

(9) La mente no debe reinar independientemente del espíritu. Pon tu mente sobre el espíritu y no sobre la carne para que recibas las enseñanzas de Dios, del Espíritu de Dios.

El crecimiento espiritual y la renovación de la mente están íntimamente relacionados y conectados. Tú eres responsable por la renovación de tu mente. En Efesios 4:23 dice: “y renovaos en el espíritu de vuestra mente”. Es un mandato, romanos 12:2 dice: “No os conforméis a este siglo, sino que transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…”. La transformación viene a través de la renovación de la mente; la nueva vida comienza con un cambio de mente que es el arrepentimiento, el cual debe ser continuo; una actitud de bendición que lo hace a uno sumiso y humilde para ser enseñado.

El arrepentimiento comienza con el cambio de pensar, y con el caminar cristiano continúa para crecimiento y vida victoriosa.

Quizá te considerabas como una larva que entra al capullo y siente seguridad en ese pequeño mundo, en esa posición y condición. Pero Dios te va a sacar de ese capullo y te va a transformar en una linda mariposa; a enseñarte a volar en vez de gatear; a mostrar para qué fuiste diseñado y no lo que el diablo te ha hecho ver y ser. ¡Gloria a Dios!

 

 NOTA: Aquí termino mi escrito sobre la mente, pero puedes seguir aprendiendo más obteniendo el libro “HERIDO Y SANADO” el cual use para dar estas instrucciones. Lo puedes obtener directamente en jimmycoleman.org y llegará directamente a tu email en formato PDF. Bendiciones y hasta la próxima.

 

 

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