INTRODUCCIÓN: Hay cosas que suceden en nuestros grupos cristianos que no esperamos y a veces son una situaciones vergonzosas. Hacemos preguntas que no se pueden responder. A veces condenamos a las personas llamándolos hipócritas, adúlteros, etc. La pregunta es “qué haría Jesús” — hay unas cosas que salen a la luz y otras todavía no. Presentaré unos consejos prácticos y ustedes decidirán. “La persona que esta libre puede lanzar la primer piedra”.
Lamentar la pérdida de un líder no significa que tengas una visión poco saludable de la iglesia.
Hace algunas semanas todos recibimos noticias acerca de un pastor que fue destituido del ministerio debido a decisiones imprudentes y abuso de alcohol.
Fue noticia impactante y triste, e impacto a miles de creyentes. Pero, personalmente, se sintió lejano hasta la semana pasada. La eliminación de Perry (nombre falso) no se debió al pecado sexual.
Solo una semana después de la noticia de la destitución de Perry, se recibió un aviso de que la iglesia estaba celebrando una reunión “especial” y se les pidió a los padres que no trajeran a sus hijos. Fue uno de esos correos electrónicos o una llamada telefónica de “oh oh algo está sucediendo y no está bien”.
La reunión fue como era de esperar. El pastor fundador de catorce años fue removido debido a un pecado sexual que inició hace tiempo.
Fue aplastante.
También fue confuso. La pregunta fue –¿Cómo el hombre que amamos tanto mantuvo esto oculto por tanto tiempo? Tantas preguntas, pocas respuestas.
Tristemente, sucede tan a menudo que creo que podríamos etiquetarlo como una epidemia de iglesia.
Mientras que se luchó con la noticia y experimentó una amplia gama de emociones, comenzamos a descubrir algo: nadie habla sobre cómo la iglesia debería responder y sanar cuando caen sus líderes. Hay toneladas de artículos en línea sobre cómo restaurar a un líder caído y manejar la situación, a nivel de liderazgo, pero poco sobre como guiar a la gente común a través de la trágica pérdida de un líder clave.
Por lo tanto, sentí que podría ser útil compartir las cosas que estamos aprendiendo. Muchas veces los líderes no saben manejar o guiar en estas situaciones dolorosas de una forma sana y dañan y se dividen los grupos de la comunidad de la iglesia, se que podrá ayudar a otros que luchan contra la pérdida de un líder. Continuará
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