Como Resolver Las Peleas Conyugales
Los mitos almibarados que a menudo describen el matrimonio como la fuente de “eterna felicidad”, dan por sentado que las trifulcas y los desacuerdos no forman parte del matrimonio sano. Sin embargo, a través de los años que he pasado aconsejando a un sinnúmero de parejas, he aprendido paulatinamente un hecho difícil de aceptar.
El almíbar pronto se derrite bajo la presión del calor de la realidad y los conflictos resultantes sólo determinan la velocidad con la que la relación se mueve hacia la grandeza o hacia la destrucción. Las discusiones y desacuerdos en el matrimonio son una parte importante de cada relación y existirán mientras ésta perdure.
Pero, ¿cómo puede marido y mujer enfrentarse a sus desacuerdos, a las tensiones que surgen cuando las necesidades e impulsos de uno de los cónyuges no concuerdan con los del otro? ¿No deberían ser ellos iguales en todo?
Por ser el matrimonio la unión sagrada de dos seres poseedores de una serie de rasgos y particularidades individuales, el buen matrimonio implica la manifestación de autenticidad. Esa autenticidad envuelve la libre y total expresión del verdadero yo, con todas sus rarezas. De esta manera, cuando ambos cónyuges son totalmente auténticos, el ser iguales en todo es imposible. Es por esta razón que los conflictos son inevitables.
Lo más maravilloso que usted puede hacer en favor de su matrimonio es compartir con su cónyuge esa parte de su ser que lo hace diferente. Pero, recuerde que ¡en el momento que usted comience a compartir sus diferencias, comenzarán los conflictos!
Sin embargo, colocados en su debida perspectiva, serán la clase de conflictos saludables que le darán oportunidad de llevar su matrimonio a la grandeza y el éxito. Cualquier matrimonio puede hacer frente a los conflictos con mayor facilidad si utiliza los siguientes principios:
1. Evite Usar El “Tratamiento Del Silencio”. Algunos matrimonios emplean el tratamiento del silencio como medio para evitar o terminar la controversia. Utilizan el silencio como arma para controlar, frustrar o manipular a su cónyuge. Pero el silencio a la larga no da resultado. Cuando el matrimonio no se comunica porque uno de los cónyuges es taciturno, ambos experimentan frustración y una creciente sensación de futilidad.
Cuanto más trata de hablar el cónyuge comunicativo, más se encierra el otro, el taciturno, en la concha de su hostilidad. El primero entonces se siente decepcionado y herido en su amor propio. Y puede que llegue a los gritos o la violencia en su intento de sacar al cónyuge silencioso de su refugio. Pero esto también es inútil, por cuanto únicamente sirve para que el otro se torne más taciturno aún.
NOTA:
Esta es la primera parte del blog de esta semana y como asesor matrimonial se que existen distintos tipos de conflictos entre los matrimonios. Para apoyar mi escrito si quieres recibir mas asesoramiento en esta área te recomiendo ir mi tienda https://jimmycoleman.org/index.php/tienda/ y adquirir dos de mis libros que puedes estudiar para ayudarte con los problemas matrimoniales que son “APRENDE A COMUNICAR “ y “COMO SER UNA SOLA CARNE”. Puedes contactarme para alguna pregunta o para asesoramiento.
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